Un garbanzo lechoso, gordo, de pueblo y mantecoso.

Ribete

El garbanzo que cultivamos en La Criba de Valseca es siempre lechoso, gordo y mantecoso. Una de las claves de nuestros garbanzos reside en la tierra, con una textura franco-arcillosa y un pH casi neutro. Esto junto con el esmero en la elección de las semillas, la recolección y la limpieza y selección del producto, es lo que nos aporta la calidad y el reconocimiento de los garbanzos La Criba de Valseca.

Nuestros Premios y Certificaciones

Saborea España
Alimentos de Segovia
Certificado Tierra de Sabor
Alimentos Artesanales Castilla y León
Marca de Garantía Judión de La Granja
Asociación para el desarrollo del garbanzo de Valseca
Premio Artesanos de Castilla y León 2022
Premio Artesanos de Castilla y León 2018
Premio Artesanos de Castilla y León 2017

Nuestra metodología de producción

Cada garbanzo es el resultado de un proceso de muchos años de tradición que lo convierte en algo exclusivo ¿Cuál es el valor del tiempo? ¿Cómo se valora la calidad, los procesos de siempre o la delicadeza y la dedicación total?

En la Criba comenzamos en el mes de abril con la siembra, siempre seleccionando la mejor semilla y las mejores parcelas. Muy importante para nosotros es que la tierra esté en perfectas condiciones a la hora de la siembra, gozando del mejor tempero posible que permitan las condiciones meteorológicas. Hasta llegar aquí, en las parcelas se ha efectuado una labor profunda en invierno. Justo antes de sembrar realizamos una labor preparatoria con el fin de que la tierra esté en perfectas condiciones para la siembra.

Durante el cultivo del garbanzo, en La Criba de Valseca no realizamos ninguna labor o tratamiento que no esté permitido en el Manual de Prácticas Agrarias para el cultivo del garbanzo publicado por el Magrama.

La variedad que utilizamos es, morfológicamente hablando, el blanco lechoso, pero que, debido al terreno y la climatología singular de la zona, deriva en un garbanzo muy gordo de ligeramente color crema.

En el mes de agosto nos llega la hora de la recolección, siempre escogiendo el mejor momento de madurez del garbanzo. Recién recolectados, los garbanzos pasan por una primera limpia en la cual quitamos las impurezas más destacadas. Seguidamente, realizamos una segunda limpia de refinamiento y los seleccionamos por tamaños, intentando conseguir homogeneidad en todas las partidas. 

El último paso antes del envasado, siendo para nosotros el más importante, es el “espulgue”. Consiste en pasar todos los garbanzos que van a salir a la venta por una mesa de escoger. En ella quitamos las pocas impurezas que han podido quedar de los anteriores trabajos. Una labor totalmente manual. 

La labor de envasado y etiquetado es la última, utilizando los diferentes envases que pueda demandar el mercado en cada momento. Muy importante la labor de etiquetado, donde se lotea según parcelas y según indica el Cuaderno de Campo del cultivo para esa campaña agrícola.

Garbanzos

Beneficios del consumo de garbanzos de Valseca

Debido a su riqueza en hidratos de carbono, el consumo de nuestros garbanzos supone un aporte lento de glucosa, por lo que resulta un alimento adecuado en caso de fuertes esfuerzos físicos y también como componente de la dieta de personas diabéticas.

Por su escaso contenido en sodio, se pueden incluir en dietas de control de la hipertensión y presentan un marcado efecto diurético.

El elevado contenido en fibra facilita el tránsito intestinal, por lo que resulta idóneo en casos de estreñimiento, contribuyendo también a reducir los niveles de colesterol sanguíneo.

A pesar de que las proteínas que aportan los garbanzos son incompletas desde el punto de vista nutritivo, su combinación con un cereal (pan o arroz) proporciona una proteína de excelente calidad biológica.

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