De producción artesana, esta miel de montaña o mielato es de máxima calidad. Tanto por su procedencia (la zona montañosa del Bierzo, en León) como por el cuidado de las colmenas que hacen sus apicultores, que las cuidan y preparan cuidadosamente durante todo el año.
Sorprende al paladar por su armonía de sabor.
Es perfecta para acompañar a la leche, el té o infusiones al desayunar o al merendar, pero donde más destaca es acompañando un buen queso azul, un queso curado de oveja o un queso fresco. También es un buen ingrediente a la hora de elaborar postres.
Ideal para regalar.